sábado, 5 de junio de 2010

STREES Y RELACIONES PSICOSOMATICAS II

Marihuana
La marihuana generalmente se fuma en forma de cigarrillo (llamado “porro”, “canuto” o “churro” en español o “joint” en inglés) o en una pipa. Además se fuma en “blunts”, que son puros o cigarros a los que se les saca el tabaco y se rellenan con marihuana. Ya que el “blunt” mantiene la hoja de tabaco usada para envolver el cigarro, este método de administración combina los principios activos de la marihuana con los de la nicotina y otras sustancias químicas dañinas. También, la marihuana se puede mezclar con comida o ingerirla como infusión. Su forma más concentrada y resinosa se llama hachís y cuando está en forma de líquido negro pegajoso se conoce como aceite de hachís.* El humo de la marihuana tiene un olor pungente característico, que es usualmente agridulce.
¿Cómo afecta la marihuana al cerebro?
Los científicos han aprendido mucho sobre cómo el THC actúa en el cerebro para producir sus diversos efectos. Cuando se fuma la marihuana, el THC pasa rápidamente de los pulmones al torrente sanguíneo, que lo transporta al cerebro y a otros órganos del cuerpo.
El THC actúa sobre sitios específicos en el cerebro llamados receptores de canabinoides, disparando una serie de reacciones celulares que finalmente terminan en el “high” o euforia que algunos consumidores sienten cuando fuman marihuana. Algunas áreas cerebrales tienen muchos receptores de canabinoides; otras tienen pocos o ninguno. La mayor densidad de receptores de canabinoides se encuentra en las partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, las percepciones sensoriales y del tiempo, y el movimiento coordinado.
No es de sorprenderse que la intoxicación por marihuana pueda causar dificultad para pensar y solucionar problemas, distorsión en las percepciones y problemas con la memoria y el aprendizaje. Las investigaciones muestran que el impacto adverso de la marihuana sobre la memoria y el aprendizaje puede durar días o semanas después de que los efectos agudos de la droga se han desvanecido.2 Como resultado, cuando una persona consume marihuana a diario es posible que esté funcionando a un nivel intelectual reducido todo el tiempo.
Varios estudios han demostrado que existe una asociación entre el consumo crónico de marihuana y una mayor incidencia de ansiedad, depresión, ideas suicidas y esquizofrenia. Algunos de estos estudios han demostrado que la edad del primer consumo es un factor importante, y que el uso temprano de la droga constituye un marcador de vulnerabilidad para problemas más adelante. Sin embargo, en este momento no está claro si el consumo de marihuana causa los problemas mentales, los empeora o si se utiliza la droga en un intento de auto medicarse los síntomas preexistentes. El consumo crónico o habitual de marihuana, especialmente en una persona muy joven, también puede ser un marcador de riesgo para las enfermedades mentales, incluyendo la adicción, que provienen de vulnerabilidades genéticas o ambientales, tal como la exposición temprana al estrés o a la violencia. Actualmente, la evidencia más fuerte establece un vínculo entre el consumo de marihuana y la esquizofrenia y otros trastornos relacionados.6 Las dosis altas de marihuana pueden producir una reacción psicótica aguda. Además, el consumo de esta droga podría provocar la aparición de esquizofrenia o una recaída en aquellas personas vulnerables a este trastorno.
Neurohumores
Son sustancias que actúan como transmisores en las sinapsis o de las que se sospecha que actúan de este modo. Se utilizan principalmente en la investigación del funcionamiento del sistema nervioso; son raras otras aplicaciones, excepto el uso de la adrenalina como estimulante.

Epilepsia
es una enfermedad crónica caracterizada por uno o varios trastornos neurológicos que deja una predisposición en el cerebro para generar convulsiones recurrentes, que suelen dejar consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales.[1]
Una convulsión o crisis epiléptica o comicial es un evento súbito y de corta duración, caracterizado por una anormal y excesiva o bien sincrónica actividad neuronal en el cerebro. Las crisis epilépticas suelen ser transitorias, con o sin disminución el nivel de consciencia o movimientos convulsivos y otras manifestaciones clínicas.
La epilepsia puede tener muchas causas; en unos casos es debida a lesiones cerebrales de cualquier tipo (traumatismos craneales, secuelas de meningitis, tumores, etc.) pero en muchos casos no hay ninguna lesión, sino únicamente una predisposición de origen genético a padecer las crisis. Con tratamiento médico es posible el control de las crisis en un elevado porcentaje de pacientes.
Para diagnosticar un paciente de epiléptico se requiere conocer los antecedentes personales y familiares y, por lo general, se corrobora con un electroencefalograma (EEG). También forman parte del diagnóstico estudios de imagenología, mientras que se reservan los procedimientos diagnósticos más especializados para casos muy puntuales. El tratamiento consiste en la administración de medicamentos anticonvulsivos. En los casos refractarios, se apelan a otros métodos incluyendo la cirugía. La epilepsia causa múltiples efectos en la vida cotidiana del paciente, de manera que el tratamiento debe incluir el abordaje de estos efectos.
Esta enfermedad también afecta a los animales, especialmente a los domésticos, sean gatos o perros, los síntomas son los mismos descritos para el ser humano, se han observado casos en los perros de raza Fox Terrier, Golden Retriever y otros.



Neurosis
Las neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que se presentan en personas que han alcanzado una función mental relativamente adecuada.
Son trastornos mentales sin una base orgánica demostrable, en los cuales el paciente puede tener un considerable poder de auto observación y una sensación adecuada de la realidad; en ellos lo más común es que no se confundan las experiencias patológicas subjetivas y sus fantasías, con la realidad externa. La conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de límites sociales aceptables; pues la personalidad no está desorganizada.
Típicamente, la conducta neurótica es repetitiva, conduce a una mala adaptación y es insatisfactoria. Funcionalmente, las neurosis son reacciones inadecuadas a las causas de estrés.
En consecuencia, muy a menudo los síntomas incluyen angustia y una exageración o hiperactividad de los mecanismos que el paciente emplea comúnmente para resolver su angustia y el estrés.
Las neurosis pueden ser de tipo recurrente y se manifiestan de la misma forma a través de toda la vida del paciente. Pueden variar de gravedad, desde episodios leves hasta una enfermedad grave e incapacitante, que incluso requiera hospitalización.

Psicosis
La psicosis es un término genérico utilizado en la psicología para referirse a un estado mental descrito como una pérdida de contacto con la realidad. A las personas que lo padecen se les llama psicóticas. En la actualidad, el término «psicótico» es a menudo usado incorrectamente como sinónimo de psicopático.
Las personas que experimentan psicosis pueden presentar alucinaciones o delirios y pueden exhibir cambios en su personalidad y pensamiento desorganizado. Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria.
Una amplia variedad de elementos del sistema nervioso, tanto orgánicos como funcionales, pueden causar una reacción psicótica. Esto ha llevado a la creencia que la psicosis es como la «fiebre» de las enfermedades mentales, un indicador serio pero no específico.[1] [2] Sin embargo, muchas personas tienen experiencias inusuales y de distorsión de la realidad en algún momento de sus vidas, sin volverse discapacitadas o ni siquiera angustiadas por estas experiencias.

Como resultado, se argumenta que la psicosis no está fundamentalmente separada de una consciencia normal, sino más bien es un continuum con consciencia normal.[3] Desde esta perspectiva, las personas que son diagnosticadas clínicamente como psicóticas pueden estar teniendo simplemente experiencias particularmente intensas o angustiantes.

Tratamientos
Diversas formas de psicoterapia son el tratamiento más corriente de las neurosis. La mayoría de los psicólogos y los psiquiatras están de acuerdo en que los trastornos neuróticos del comportamiento son aprendidos y por lo tanto se requiere cierto genero de experiencia aprendida para liberar al paciente de su ansiedad y de otros síntomas. Donde existe desacuerdo es con respecto a la índole de la clase más eficaz de psicoterapia, dividiéndose los expertos en dos escuelas generales. La psicosis, por otra parte, son tratadas por lo general con terapéuticas físicas de uno u otro tipo, aunque también se utiliza la psicoterapia. Los tratamientos somáticos parecen ser los de elección con respecto a las psicosis, ya que muchos creen que las psicosis poseen una base orgánica y debido a que son muchos los que opinan que tienen una base orgánica y que los tratamientos somáticos pueden cambiar la pérdida de contacto con la realidad o el comportamiento violento del psicótico, haciéndole accesible a la psicoterapia. Los tratamientos somáticos incluyen tratamiento con fármacos, operaciones cerebrales, provocación de crisis convulsivas.

PsicoterapiaLos psicoterapeutas pueden ser clasificados en dos grupos teóricos: 1) terapeutas neofreudianos y 2) terapeutas del comportamiento (behavior therapists). La teoría freudiana admite que la neurosis comienza en la temprana infancia, cuando determinadas experiencias dan lugar a mayor miedo y ansiedad de los que el niño puede soportar. La experiencia es por tanto reprimida y se hace inaccesible al recuerdo. Más adelante, sin embargo, ciertos estímulos asociados con la experiencia reprimida vuelven a despertar la ansiedad original, causando un comportamiento original que no se explica de otra manera. Un sujeto puede mostrar un miedo irracional a los trenes: una fobia debido al recuerdo reprimido de que sus padres le abandonaron en una estación de ferrocarril. Los terapeutas freudianos creen que tales neurosis pueden curarse tan sólo mediante múltiples sesiones de minuciosa búsqueda de la experiencia traumática original, de modo tal que se pueda establecer una relación con el síntoma que actualmente aqueja el paciente. Los terapeutas del comportamiento admiten que los síntomas son el trastorno y que este puede ser curado mediante meras técnicas de condicionamiento.

Lobotomía prefrontalEn casos extremos, sobre todo en psicóticos con ansiedad y agitación, son seccionadas quirúrgicamente las fibras que conectan la parte anterior de los lóbulos frontales, con centros cerebrales inferiores. Las reacciones individuales a la operación varían ampliamente, pero lo corriente es que se reduzca la ansiedad. Sin embargo tienen también lugar cambios de la personalidad, que consisten en falta de sentido de responsabilidad, indiferencia a las consecuencias, trastornos de la atención y posible afectación de la inteligencia abstracta.
La topectomía o ablación de determinadas áreas corticales de los lóbulos frontales parece ser que alivia la ansiedad con menos efectos secundarios en cuanto a cambios de la personalidad, pero los efectos de estas operaciones precisan de mayor estudio.

Tratamientos de shock
Existen diversos tratamientos que estimulan masivamente al cerebro, ocasionando ataques convulsivos que se asemejan al ataque epiléptico. Puede utilizarse un medicamento estimulante, como el pentilentetrazol (cartiazol), puede reducirse la glucosa en sangre mediante inyecciones de insulina o puede hacerse pasar una corriente eléctrica, brevemente, a través del cerebro por medio de electrodos aplicados en las zonas temporales. Se administra una serie de 25 o más choques, bien diariamente, bien a días alternos. A continuación de los choques surgen trastornos de la memoria siendo mayor la amnesia retrograda para acontecimientos recientes.  Algunos han afirmado que la amnesia de acontecimientos que suponen stress y que precipitaron el trastorno puede contribuir a los efectos beneficiosos del tratamiento.

Electronarcosis
Se colocan dos electrodos sobre los ojos y otros dos inmediatamente detrás de los pabellones auriculares. Se hace pasar una corriente alterna de baja intensidad (100 cps), manteniendo el nivel de intensidad por bajo del nivel de molestia para el paciente. El tratamiento dura de 30 a 60 minutos, aplicándose de 5 a 10 tratamientos diarios. El termino de electronarcosis o sueño eléctrico es erróneo: los pacientes no pierden jamás la conciencia. Las pruebas clínicas iniciales realizadas fuera de Rusia han sido prometedoras, en pacientes que sufrían ansiedad crónica, síntomas depresivos e insomnio asociado. El tratamiento parece procurar relajación, siendo aliviados síntomas tales como insomnio y otros. Sin embargo, debido a que se han publicado pocos estudios sistemáticos y bien controlados acerca de esta técnica, resulta difícil valorar sus efectos en los distintos trastornos mentales.

LESIÓN CEREBRAL
Las lesiones de áreas de proyección motoras o de las áreas premotoras de la corteza o bien de los centros motores subcorticales dan lugar a parálisis, espasticidad, temblores e incoordinación.
La lesión de las áreas de proyección sensitiva o de lo  núcleos subcorticales talámicos y núcleos relacionados con ellas que se proyectan a las mismas produce trastornos sensitivos. Las lesiones de la corteza parietal, occipital y temporal afectan a la memoria y a la capacidad de aprendizaje y ocasiona trastornos de lenguaje (afasia, agnosia y apraxia). La lesión de los lóbulos frontales ocasiona grandes cambios de la personalidad y alteración del pensamiento abstracto. Por último la lesión de las áreas paleocorticales del hipotálamo puede irritabilidad o comportamiento furioso, mientras que la lesión del lóbulo temporal ocasiona docilidad, así como alteraciones de la memoria. En casos de déficit motor y sensitivo es posible la reeducación; las áreas corticales sanas sustituyen a las lesionadas. Las lesiones focales son compensadas mas fácilmente que lo son las difusas y extensas. Si la lesión es lo bastante extensa, esta alterada toda la organización funcional del cerebro y puede surgir psicosis.

Lesión cerebral traumática
Las lesiones cerebrales pueden estar producidas por tumores, golpes en la cabeza, hipoxia, y alcoholismo crónico. Las heridas penetrantes del cerebro causadas por un trauma con un objeto agudo que perfora el cráneo ocasionan lesiones locales, con efectos similares a los de un tumor y pueden ocasionar epilepsia focal.
Los golpes en la cabeza que percuten el cerebro contra el cráneo, a pesar del efecto amortiguador que ejerce el líquido que le rodea pueden causar lesiones más difusas y extensas.

Enfermedad
Ciertos organismos patógenos atacan directamente al cerebro, mientras que otros alteran sus estructuras circulatorias y protectoras. En cualquier caso los efectos sobre el comportamiento pueden ser profundos. Así por ejemplo la sífilis comienza a atacar al tejido cerebral hacia los cinco años aproximadamente después de la primoinfección original. Parece afectar más a la función del lóbulo frontal que a las funciones de otras partes del cerebro. Los síntomas consisten, por tanto, en incapacidad de concentración, irritabilidad, ausencia de tacto social, indiferencia a las consecuencias de los actos y, eventualmente, delirios.
La meningitis cerebroespinal, ataca a las meninges o cubiertos del cerebro y de la medula espinal. A no ser que sea detenida en su curso, provoca lesiones neurológicas. Las lesiones de la medula ocasionan invalidez y alteración de la sensibilidad somestésica. La lesión de centros superiores se manifiesta por trastornos de la memoria, de la concentración y de la estabilidad emocional.
La encefalitis da con más frecuencia lugar a efectos focales. Lesiona centros cerebrales que parecen controlar la activación de otras partes del cerebro. La encefalitis, literalmente, significa inflamación del cerebro. La encefalitis letárgica o enfermedad del sueño esta causado por un microorganismo transmitido por moscas y era una enfermedad corriente en otro tiempo en ciertas regiones africanas. Esta forma de la enfermedad ataca a centros diencefálicos que forman parte del SARA y la victima duerme la mayoría del tiempo. La inflamación del hipotálamo en otra forma de la enfermedad, da lugar a emotividad exagerada, intranquilidad, irritabilidad y en ocasiones ataques convulsivos.

Psicosis senil
Más pronto o más tarde, en la mayoría de la población tienen lugar cambios degenerativos en el cerebro en la edad avanzada. El hecho de que estas alteraciones den o no lugar a trastornos de la personalidad parece depender de lo extensas que sean y asimismo del factor representado por las alteraciones vasculares que pueden complicar un grado mayor o menor a dichas alteraciones. En las autopsias de ancianos se encuentran corrientemente perdidas del peso y del volumen del cerebro, no acompañadas por arteriosclerosis. Estos cambios están relacionados cn síntomas variados y difusos, siendo los más corrientes la pérdida de memoria reciente, la apatía emocional y los lapsos de la atención. Los síntomas resultan difíciles de distinguir de cambios en cuanto a la moral y a la motivación que se observan con frecuencia en los ancianos, cuando reaccionan a la disminución de su capacidad física para adaptarse al mundo que les rodea. Son habitualmente una leve incoordinación y temblores. La arterioesclerosis y los accidentes vasculares que ocasiona causan síntomas más específicos, al lesionarse áreas cerebrales más específicas también.

DEFICIENCIA MENTAL
La deficiencia mental grave puede detectarse ya, con frecuencia, al nacer o en la temprana infancia, indicando que en diversas clases de retraso mental intervienen factores prenatales o bien hereditarios. En algunos casos se conocen los factores responsables y en otros casos se han clasificado series de síntomas bien conocidos. Muchos niños deficientes mentales, sin embargo, nacen de padres normales, tras un desarrollo prenatal aparentemente normal.

Factores prenatales
Cualquier factor, entre una gran cantidad de los mismos, puede impedir que el cerebro se desarrolle normalmente y da lugar a que el niño sea deficiente mental. Si bien el sistema nervioso parece ser menos susceptible a lesiones antes del nacimiento que después del mismo, está sujeto a traumas, a pesar de la protección que le ofrece el medio en que se encuentra y del estadio precoz de su desarrollo. Entre la sangre del embrión y la de la madre se verifican intercambios, en la placenta, en cuanto a sustancias nutricias y de desecho; una malnutrición extrema por parte de la madre o bien la presencia de toxinas pueden por tanto afectar al sistema nervioso, del embrión, en vías de desarrollo. Microorganismos causantes de enfermedades pueden alcanzar al embrión por la misma vía si no son efectivamente neutralizados por los leucocitos de la madre.
Un ejemplo de ellos es el sarampión. El abuso de rayos X puede causar cambios genéticos en los núcleos celulares del feto (mutaciones), dando lugar a anormalidades del desarrollo del sistema nervioso.

Daños mecánicos
Los daños mecánicos del cerebro del feto tienen lugar por lo general durante el parto, si bien la madre puede sufrir durante el embarazo lesiones internas causadas por accidentes, que puedan dañar al cerebro del niño antes de nacer. Cuando es necesario el uso de instrumentos para ayudar a la madre a expulsar al feto durante el parto, puede dañarse el cerebro del niño, debido a que el médico no siempre puede colocarlos adecuadamente, o bien ha de aplicar una presión excesiva al blando cráneo del niño. De ello resultan hemorragias o lesiones mecánicas en el cerebro. Durante un parto largo y difícil, puede torcionarse el cordón umbilical, o bien el niño puede no empezar a respirar lo bastante pronto después de nacer, privando al cerebro de oxigeno durante un periodo lo suficientemente largo como para que resulten asfixiadas células cerebrales. Todos estos factores afectan al cerebro más que a otros tejidos y por otra parte, las células cerebrales no pueden remplazarse así mismas para superar los efectos de tales lesiones.

Factores hereditariosEl mongolismo, un tipo de deficiencia mental designado así por los rasgos faciales de estos niños, que se asemejan a los de la raza mongólica, está causado por un cromosoma que ha sido identificado. Otras formas de deficiencia mental menos específicamente clasificadas pueden estar causadas también por factores hereditarios. Existen multitud de estudios que muestran que padres mentalmente deficientes pueden procrear hijos mentalmente deficientes también, con una elevada cuota de probabilidad.

Trastornos específicosLa Oligofrenia fenilpirúvica es un trastorno metabólico que altera el desarrollo cerebral y que con frecuencia da lugar a déficit mental. Está causada por una incapacidad, por parte del individuo, para metabolizar un determinado aminoácido (el ácido fenilpirúvico).
Un niño microcefalico nace con un tamaño de cerebro inferior al normal, siendo también anormalmente pequeña la cabeza y presenta deficiencia mental. La hidrocefalia (agua en el cerebro) está causada en un desequilibrio en cuanto a la producción y al drenaje de líquido cefalorraquídeo.
El Cretinismo se origina por deficiencia del tiroides o por ausencia de estimulación de la glándula tiroides por el lóbulo anterior de la hipófisis. A no ser que este trastorno sea diagnosticado precozmente y tratado con tiroxina u otro medicamento que eleve el metabolismo, da lugar a deficiencia mental.

                                                      El autismo infantil 
El autismo infantil es un trastorno en el desarrollo de las funciones cerebrales del niño, que afecta a sus posibilidades de comunicación emocional con otras personas y a la organización de la conducta en su vida diaria.
El autismo puede manifestarse desde el primer año de vida y afecta a una proporción de niños del 0,5 al 2 ó 3 por mil según diferentes estudios, con una incidencia mayor hacia niños que hacia niñas. Los niños autistas tienen dificultades en las habilidades empáticas, son incapaces de percibir los estados emocionales de los demás y tienden a actuar de forma mecánica repitiendo rígidamente esquemas aprendidos.



miércoles, 2 de junio de 2010

STREES Y RELACIONES PSICOSOMATICAS


EL STRESS Y EL PROBLEMA MENTE-ORGANISMO

De acuerdo con muchos filósofos de la ciencia, los acontecimientos conscientes no representan datos científicos auténticos, ya que dichos acontecimientos conscientes son directamente observados por una única persona. El contenido de su experiencia consciente puede ser comunicado por dicho individuo, pero la exactitud de lo que comunica no puede ser comprobada por la observación directa realizada por otros, que no pueden ver en su interior, por así decir. Sin embargo, la presencia o la ausencia de actividad consciente y su intensidad pueden ser comprobadas mediante métodos observados por otras personas. La presencia de actividad consciente va acompañada en el hombre por la actividad de ciertas zonas del cerebro, sobre todo por la de la formación reticular del tronco cerebral (áreas SARA) y de la corteza cerebral. La actividad que acompaña la corteza cerebral que acompaña a diversos niveles de conciencia (desde el sueño a la vigilancia consciente) puede registrarse públicamente por medio del electroencefalograma. Desde este punto de vista, la conciencia no es una causa de comportamiento, sino un síntoma de actividad de la corteza cerebral, actividad que es necesaria con a determinadas clases de comportamiento complejo.




Trastornos psicosomáticos
El término de psicosomático tiene su origen en la noción de que ciertos estados mentales o psíquicos pueden causar trastornos somáticos corporales, como en pacientes que sufren estados de ansiedad persistentes y contraen úlceras de estomago. Un stress ambiental que da lugar a un síntoma físico no siempre va acompañado por ansiedad consciente, es decir: comunicable. El individuo puede no darse cuenta de que se halla sometido a stress y puede no sentirse angustiado, aun cuando presente síntomas corporales, irritabilidad, tensión muscular, etc. Es por tanto conveniente buscar aquellas condiciones que se hallan en la base de trastornos psicosomáticos entre los stress ambientales y utilizar los informes acerca de estados psíquicos, tales como los de ansiedad, tan sólo como signos referentes a posible existencia de stress.

                                                 Stress
El stress puede definirse como cualquier estímulo, interno o externo que perturba el equilibrio dinámico de los sistemas del organismo. Desde este punto de vista cualquier estímulo es un agente de stress, pero tan sólo se le considera como tal con arreglo al grado de perturbación de la homeostasis y durante el tiempo tan sólo en que ésta permanece alterada. El organismo se encuentra constantemente con estímulos que ocasionan stress, ya que ello es condición de la vida y ha de adaptarse a gran variedad de cambios ambientales: calor, frio, las consecuencias del ejercicio, la privación de alimento, etc. Entre los agentes de stress se incluyen también a los impedimentos o frustraciones relativos a comportamientos superiormente motivados, que en el hombre son de índole muy compleja y varia. La frustración en cuanto a los esfuerzos para cumplir bien en un puesto de ejecutivo pueden alterar el equilibrio del organismo tanto como pueda hacerlo la exposición a un frio intenso. Los stress pueden ser más o menos grave, dependiendo ello de la capacidad por parte del organismo para restaurar, con éxito, la homeostasis o sea el equilibrio interno necesario para mantener la vida durante un periodo prolongado.

Tolerancia al stress
Los individuos difieren en cuanto a su capacidad para resistir o para adaptarse a muchas variedades de stress: cambios de temperatura, organismos patógenos, ejercicio físico extenuante o bien a las exigencias laborales y sociales de una sociedad complicada. La tolerancia para ciertas clases de stress puede incrementarse mediante condicionamiento físico o el aprendizaje.

Síndrome de stress

Si la gravedad de un agente de stress está dentro de los márgenes de la tolerancia individual, el sujeto puede adaptarse al stress durante un prolongado período de tiempo. Cuanto más exceda un tipo particular de stress de la tolerancia al mismo por parte de un individuo, tanto más breve será el período transcurrido hasta que se agoten las reservas del organismo y se establezca el deterioro físico. Un período de adaptación y de aparente tolerancia del stress irá seguido por un período de desorganización, de trastornos físicos, un estadio de agotamiento y por último surge la muerte.
Las adaptaciones de ratas al stress y su eventual fallo puede observarse en ratas mantenidas a temperaturas de congelación. Su metabolismo aumenta para producir calor corporal con ayuda de un aumento de la hipófisis, el tiroides y las glándulas suprarrenales durante el período de adaptación. Cuando se agotan las reservas del organismo, sin embargo, tienen lugar deficiencias corporales, tales como pérdida de peso, disminución de la actividad y úlceras de estómago. Por último la pérdida de homeostasis excederá de los límites compatibles con la vida y sobrevendrá la muerte. Esta secuencia de acontecimientos es notablemente similar cuando las ratas son sometidas a stress intolerables, por medio de métodos que varían desde hacerlas nadar diariamente hasta el agotamiento, hasta la exposición continua a choques eléctricos. Posiblemente sucede lo mismo en seres humanos expuestos a stress intensos de múltiples variedades.

AGENTES NORMALES DE STRESS Y ACTIVIDAD METABÓLICA
Los agentes normales de stress son aquellos que se incluyen dentro de la serie de condiciones a las que se adapta fácilmente el organismo, condiciones de las que se dan en la vida cotidiana corriente (cambios de dieta, el ejercicio, la hipoxia, el envejecimiento y el sueño.) Los efectos de estos cambios se comprenden mejor en términos de la ecuación metabólica, es decir: el equilibrio entre la ingestión de alimento y oxígeno, por una parte, y la eliminación de heces, anhídrido carbónico y sustancias de desecho, por otra.

                                                      Dieta
El organismo necesita hidratos de carbono, grasas y proteínas, si bien puede fabricar los primeros a partir de los otros dos. Necesita, además, ciertas vitaminas, indicios de algunos minerales y varios ácidos grasos y aminoácidos esenciales que el organismo no es capaz de producir a partir de grasas y de proteínas, respectivamente. La dieta o ingestión de alimento, puede por tanto ser deficiente o bien excesiva en cuanto a cantidad o calidad.
Un individuo que mantiene una dieta equilibrada (es decir: una dieta que contenga todas las sustancias esenciales que hemos mencionado) puede comer demasiado, o bien comer muy poco. La dieta contendrá demasiadas calorías o demasiado pocas con respecto al trabajo que desarrolla el individuo.

Cuantitativamente, la ingestión excesiva de calorías da lugar a un exceso de depósitos grasos en el organismo, pero la grasa actúa como agente de stress debido tan sólo  al exceso de carga que supone para el corazón y el sistema circulatorio en general, por la necesidad de riego.
La eficiencia del sistema nervioso no parece afectarse y una persona obesa puede ser tan inteligente como otra delgada. Los excesos cualitativos tampoco ejercen mucho efecto; el organismo se libera a sí mismo del exceso de vitaminas, aminoácidos y minerales. El hambre, sin embargo, plantea un mayor stress al sistema nervioso que la obesidad, ya se trate de una carencia selectiva o bien general.


Hambre generalizada
 La insuficiente ingestión de calorías puede ir acompañada o no por deficiencias en cuanto a vitaminas o minerales o por déficit de proteínas o de grasas. En la mayoría de las zonas del mundo en las que es corriente la malnutrición, el hambre general va acompañada por un hambre selectiva, sobre todo en cuanto a vitaminas y proteínas. Sin embargo, por lo que se refiere al hambre general no existen datos demostrativos acerca de que la malnutrición posnatal afecte al sistema nervioso, si bien puede ejercer efectos graves y persistentes sobre otros sistemas del organismo. El metabolismo parece estar organizado para suministrar al SNC a expensas de otros tejidos del cuerpo, cuando no existen alimentos esenciales para todos. La malnutrición prolongada, tanto en el niño, no parece afectar a la inteligencia, siempre que ciertos aminoácidos y vitaminas no desciendan por bajo de determinados niveles críticos.
Los efectos motivacionales, sin embargo, son profundos y muchos de ellos pueden alterar la realización de test. Los individuos hambrientos no son motivados mas que por la comida, muestran una laxitud extrema y duermen la mayor parte del tiempo para conservar energía.

Hambre selectiva.

La privación acentuada de vitamina B1 en la infancia o en la carencia de ciertos aminoácidos (lisina, cistina) a cualquier edad alteran l capacidad de aprendizaje. Las dietas deficitarias en yodo disminuyen el metabolismo y las deficitarias en calcio o magnesio pueden ocasionar irritabilidad del SNC y crisis convulsivas Si embargo, si se dispone de alguno de estos elementos, el sistema nervioso los recibe a expensas de otros tejidos.

Factores Endocrinos  
Las hormonas son necesarias para controlar los procesos metabólicos del organismo y para integrar la actividad de tejidos diversamente especializados.
Las deficiencias o los excesos en la secreción hormonal de las distintas glándulas endocrinas pueden ocasionar profundos cambios en el organismo, con importantes consecuencias para el comportamiento. El vigor y el comportamiento sexual, por ejemplo, son influidos por la secreción del lóbulo anterior de la hipófisis, de la corteza suprarrenal, del tiroides y de las gónadas.
Los principales efectos sobre el sistema nervioso central son los que resultan de la insuficiencia del tiroides, siendo más graves durante el crecimiento. La insuficiencia de las demás hormonas afecta tan sólo al SNC cuando es muy prolongada y grave. Sin embargo, no cabe ignorar los efectos ejercidos sobre la personalidad por el enanismo, gigantismo, características sexuales secundarias anormales o ausentes, etc. Las anormalidades físicas afectan profundamente al comportamiento humano, aun cuando se halle intacto el sistema nervioso, debido al modo de reaccionarlos demás ante el aspecto físico anómalo del individuo.

                                                      Ejercicio
El ejercicio físico aumenta el metabolismo y consume glucosa almacenada en el hígado y los músculos en forma de glucógeno. Estos depósitos son sustituidos mediante un aumento de ingestión de alimentos o por conversión de los depósitos de grasa en glucosa, que es consumida por las células. Al reaccionar al stress representado por un ejercicio vigoroso y practicado con regularidad, el corazón y el sistema circulatorio en general se hacen más eficientes, mejora la capacidad contráctil del tejido muscular, aumenta la capacidad pulmonar y el cuerpo se hace más apto para tolerar un ejercicio incrementado, durante periodos más prolongados. Por otra parte el ejercicio continuo o repetido hasta el agotamiento puede perjudicar de un modo permanente a dichos sistemas.

Fatiga
La fatiga, podemos definirla como el agotamiento corporal o mental que se produce como consecuencia de un trabajo o de un esfuerzo, y que se caracteriza por la incapacidad para realizar tareas físicas con el ritmo o con la fuerza habituales, y por una mayor lentitud de los procesos racionales que pueden ocasionar un fallo de memoria.
Podemos distinguir dos tipos de fatiga, según W. T. Singleton en su obra Principios de Ergonomía:
1.    Fisiológica, asociada al aporte de energía muscular y eliminación de toxinas. Como factores que la producen en forma general podemos nombrar la insuficiencia del régimen alimenticio (a mayor actividad, mayor necesidad de alimentación), insuficiencia de oxígeno (lugares con poca ventilación), etc., y a nivel local la contracción de músculos y tendones ( por movimientos repetitivos), insuficiencia de flujo sanguíneo (excesivo tiempo en una misma posición).
2.    Psíquica, manifestada por sensaciones de laxitud, cambios en la moral y otros síntomas de la persona. Este tipo de fatiga proviene fundamentalmente por la falta de motivación de los individuos, y acarrea aburrimiento e introversión, también es muy importante la falta de comunicación o información.

Hipoxia
La hipoxia es un trastorno en el cual el cuerpo por completo (hipoxia generalizada), o una región del cuerpo (hipoxia de tejido), se ve privado del suministro adecuado de oxígeno.
La hipoxia está generalmente asociada con las alturas, siendo llamada "Mal de montaña". También puede ocurrir mientras se bucea, especialmente con sistemas re-respiradores de circuito cerrado, que controlan la cantidad de oxígeno que es respirado. También es un problema a tratar con los vuelos de avión, donde los pasajeros están expuestos a grandes alturas y cambio de presión, solucionándose con sistemas de acoplamiento atmosférico.
Los síntomas de la hipoxia generalizada dependen de la gravedad y la velocidad del ataque. Estos incluyen dolores de cabeza, fatiga, náuseas, inestabilidad, y a veces incluso ataques y coma. La hipoxia grave induce una decoloración azul de la piel o cianosis (las células sanguíneas desoxigenadas pierden su color rojo y se tornan color azul).
La hipoxia puede deberse a diferentes factores: baja concentración de oxigeno en el ambiente, la presencia de algún gas que compite con el oxígeno, por lesiones pulmonares, entre otros.


Efectos de la altitud




El aire consta de una mezcla de aproximadamente un 20% de oxigeno y un 80% de nitrógeno. La presión atmosférica es la cantidad de estos gases por pie cúbico de aire. Los niveles de altura pueden clasificarse a ciertos parámetros:

- ALTO, de 2,500 a 3,500 m
- MUY ALTO, de 3,500 a 5,500 m
- EXTREMADAMENTE ALTO, de 5,500 m en adelante.

No se necesita ser médico para darse cuenta que, si incursionando en altitudes alrededor de los 3,000 m ya hay efectos dañinos, incursionar en altitudes mayores puede ser una idea realmente disparatada. Pero la discusión de por qué se quiere llegar tan alto no atañe a este apartado, sino los efectos que esto trae para el cuerpo.
Es difícil determinar quien se verá afectado por los síntomas de la altitud pues no hay estándares como edad, sexo o condición física en los que basarse. Algunos los tienen y otros no.
La mayoría puede llegar a los 2,500 m sin sentir malestar alguno. Pero si nunca has estado en altura, es importante estar prevenido

¿Qué causa la enfermedad de altura? 
La concentración de oxígeno a nivel del mar es de alrededor del 21% y la presión barométrica promedia los 760 mmHg o 1 atm. Conforme la altitud aumenta, la cantidad de oxígeno inhalada se va reduciendo junto con la densidad de la atmósfera. A 3,500 m la presión barométrica es tan sólo de unos 480 mmHg, por lo que hay ya 40% menos de moléculas de oxígeno por cada respiración, por lo que el cuerpo aumenta el número de inhalaciones para contrarrestar este problema, cosa que ocurre incluso durante el descanso. Esta ventilación extra si aumenta la cantidad de oxígeno en la sangre pero no alcanza a cubrir los requerimientos del organismo, así nos vemos obligados a realizar nuestras actividades con menos "combustible". Además, para agregarle, la falta de presión atmosférica ocasiona que algunas células pulmonares y cerebrales puedan reventarse liberando sus contenidos líquidos, y llenando así los pulmones o el cerebro de agua. Es por eso que la preparación física es extremadamente necesaria cuando se quiere ascender a cotas elevadas.

 Otros efectos causados por la altitud
•    La capacidad de sostener un esfuerzo físico, como caminar en una cuesta de fuerte pendiente, disminuye a partir de los 1,500 m de altitud a razón de 1% cada 100 metros; mientras que la capacidad mental baja hasta el 50% alrededor de los 7,000 m.
•    Un individuo de 70 Kg de peso consume más de 12 calorías por minuto durante una ascensión en altura. Esto implica 720 calorías por hora, y de unas 8,000 a 9,000 calorías por jornada de ascensión en un seis mil. Alrededor de los 6,000 m cualquier montañista aclimatado convenientemente debe esperar a sentirse bien antes de emprender la siguiente jornada. Esto se observa cuando nuestro apetito es relativamente normal, nos sentimos capaces de llevar cargas próximas a los 20 Kg y hemos dormido, en términos generales, normalmente.
•    Alrededor de los 6,500 metros y más, la situación cambia. La sensación de fatiga aumenta, el insomnio es frecuente, el apetito decrece notablemente y transportar peso se vuelve una tarea enorme. Cualquier enfermedad a gran altura es mucho mas grave que a nivel del mar; por ejemplo, los dolores de garganta son frecuentes, producidos por la sequedad del aire y el frío, y cualquier afección de las vías respiratorias es potencialmente peligrosa, exigiendo tratamiento urgente y, por supuesto, descenso inmediato. Entre los 4,000 y 5,000 metros son frecuentes los edemas cerebrales y pulmonares, decreciendo su porcentaje a más altura debido a que los montañistas que lograron sobrepasar esta cota seguramente ya estarán convenientemente aclimatados.
•    Los trastornos y cambios de la conducta son también frecuentes en la altura. Cambios de humor, irritabilidad, desesperación, regocijo indebido. Es fundamental reconocer estos cambios psicológicos en nosotros mismos (cosa difícil) y en nuestros compañeros para evitar consecuencias nefastas. Se impone el descenso. Las pastillas para dormir parecen empeorar estos trastornos.
•    Los efectos del frío son mucho mas destacados a gran altitud debido a varios factores: efectos del viento, depresión en la producción de calor por el propio organismo a causa de la falta de oxigeno, humedad corporal consecuencia del sudor, así como el descuido por fatiga o apatía. Las congelaciones se deben, generalmente, a varios factores. La mayoría de las veces se pueden evitar tomando mínimas precauciones, y es necesario saber que la propia apreciación del frío es muy deficiente a temperaturas inferiores a - 15°C. Por ello es aconsejable portar un pequeño termómetro. La aparición de una congelación significa descender inmediatamente y tomar lo antes posible las medidas básicas de primeros auxilios.

Efectos del buceo
En el buceo a grandes profundidades, el aire debe ser proporcionado a los pulmones a una presión equivalente a la presión exterior del agua o de lo contrario, el buzo es incapaz de expandir sus pulmones.
Dentro de una campana de buceo o un traje de buzo, el aire le es suministrado al buzo desde la superficie a través de una manga hasta que se haya acumulado aire suficiente para igualar a la presión externa del agua.



En el buceo con depósitos sujetos a la espalda del buceador una válvula de los mismos registra la presión del agua y proporciona aire a la misma presión a la pieza bucal de aquél. En cualquiera de estos casos, el agua pesa mucho más que el aire, la presión ejercida sobre el tórax del buzo aumenta según éste desciende y se le debe ir proporcionando aire a presiones crecientes. Cada vez es forzado más oxígeno (oxígeno y nitrógeno) a disolverse en la sangre, disolviéndose mucho más nitrógeno (80%) que oxígeno (20%). A grandes profundidades se acumula el suficiente nitrógeno disuelto como para causar una narcosis en el SNC, que se designa a veces románticamente como el rapto de las profundidades. Surgen desorientación, euforia, trastornos del juicio, comportamiento extraño, coma y por último, la muerte. Al volver a la superficie (descomprensión) se da otra dificultad. Cuanto más profundamente ha estado un buzo y cuanto más tiempo ha permanecido abajo, tanto más nitrógeno se ha disuelto en sus tejidos y su sangre.
Si vuelve demasiado rápidamente a la  superficie, la presión del agua y la presión compensadora del aire se reducen demasiado rápidamente. Los pulmones no pueden liberar al organismo del nitrógeno disuelto con la suficiente rapidez y en el torrente sanguíneo aparecen burbujas de nitrógeno. Estas burbujas causan un intenso dolor cuando se acumulan en las articulaciones. Hacen estallar capilares cerebrales, ocasionando lesiones cerebrales permanentes. El único tratamiento consiste en un retorno a elevadas presiones de aire (recompresión) en un tanque o bajo el agua. La única prevención parece consistir en una lenta descomprensión, mientras se respira aire normal, dando tiempo a los pulmones a liberar al organismo del nitrógeno acumulado. Resulta notable el hecho de que el gas helio, tan inerte como el nitrógeno, no ocasiona narcosis y se desprende de su estado de disolución en el organismo mucho más fácilmente que el nitrógeno. Los expertos han experimentado con mezclas de oxígeno y helio, para evitar la narcosis por nitrógeno y reducir el tiempo de descompresión.


Sueño
El sueño es una necesidad para el buen funcionamiento del SNC. El sueño tiene lugar por la ausencia de estímulos y forma parte del ciclo nicta-meral en el hombre y en ciertos animales adultos, pero no en los recién nacidos y lactantes. No se ha encontrado aun la hipotética hipnotoxina que se acumularía durante el metabolismo del cerebro vígil, para dormir a éste a causa de su acumulación.

                                                      Envejecimiento
Algunas teorías del envejecimiento proponen que la razón del envejecimiento estriba en el proceso DNA-RNA-enzima, que constituye la base de la reproducción celular. De acuerdo con este punto de vista, las células se pueden dividir tan sólo con tanta frecuencia antes de que los patrones de DNA que controlan todas las divisiones celulares normales y todas las reacciones químicas de la vida se desgasten.  Otros indican que esto es lo que sucede en el crecimiento incontrolado en cuanto a número por parte de las células cancerosas.  Una consecuencia de esta teoría sería la de que todos moriríamos de cáncer, de vivir el tiempo suficiente para ello. Algunos teóricos opinan que el envejecimiento no tiene una causa específica y que las hormonas y otros numerosos factores desempeñan decisivos papeles.
Sea como fuere, los cambios fisiológicos del envejecimiento reducen la resistencia del organismo a múltiples clases de stress y son en si mismos agentes de stress para el individuo. La reducción de la eficacia del corazón y del sistema circulatorio obstaculiza la adaptación física al ejercicio. Cuando se endurecen las arterias cerebrales y se eleva la presión arterial, los vasos sanguíneos estallan en el cerebro (ictus) y se lesiona el tejido nervioso, sobre todo el de la corteza cerebral. Otros cambios degenerativos que sobrevienen con la edad impiden el normal funcionamiento del SNC. Los mecanismos sensoriales se deterioran, sobre todo la visión y la audición, la degeneración motora se manifiesta en forma de temblor y en ocasiones de parálisis.



Agentes funcionales de stress y trastornos funcionales
El stress impuesto al sistema nervioso por diversos factores, tales como aislamiento o conflicto persistente, puede ocasionar trastornos del funcionamiento del SNC: trastornos funcionales. Los trastornos funcionales del SNC, prolongados durante mucho tiempo pueden dañar a la estructura de diversos órganos del cuerpo, cuyas actividades están controladas por el SNC. Los daños causados en órganos corporales por trastornos funcionales del sistema nervioso constituyen los síntomas psicosomáticos acerca de los cuales hemos tratado anteriormente.
Muchos síntomas psicosomáticos pueden derivar de trastornos funcionales, así como de enfermedades o alergias: asma, úlceras gástricas, colitis y hemorroides, etc. El funcionamiento del SNC puede ser alterado así mismo por agentes más específicos, tales como medicamentos y agentes tóxicos; estos pueden dañar también al tejido nervioso, el cual no puede ser sustituido en el hombre.


                                                      Aislamiento
El cerebro parece requerir un nivel mínimo de aferencia sensorial para mantener su funcionamiento normal. Los sujetos privados de estimulación sensorial sufren extrañas alucinaciones (ver o escuchar cosas) al cabo de cierto tiempo. El tiempo exigido para que surjan los efectos de la extensión de la privación sensorial. En casos extremos, el sujeto puede permanecer en privación visual (ojos vendados) privación acústica (oídos taponeados) y sumergido en un baño de agua tibia. A ello sigue un periodo inicial de sueño, que continua por sensaciones de alteración del esquema corporal y en el termino de 24 a 48 horas se desarrollan extrañas alucinaciones.

Algunos autores han especulado acerca de que las aferencias sensoriales son tan necesarias para la organización de las actividades cerebrales, que el cerebro alucina sensaciones cuando éstas no le son proporcionadas por los órganos de los sentidos. Algunos de los síntomas que aparecen se asemejan a los de psicosis y ha habido psiquiatras que se han sometido a sí mismos a privación sensorial a fin de intentar comprender las experiencias de los psicóticos.




Efectos medicamentosos
Como es de esperar debido a su elevado metabolismo, el SNC es más sensible a medicamentos que otras células del organismo. Sin embargo los efectos específicos de diversos medicamentos sobre el SNC varían ampliamente y en muchos no se conocen ni el lugar de su acción, ni como afectan a las células nerviosas. Algunos medicamentos pueden estimular la actividad del SNC, impidiendo el sueño cuando afectan a la corteza, bien directamente, bien a través del SARA. Algunos fármacos pueden deprimir a la corteza o al SARA, dando lugar a obnubilación, inconsciencia o coma. Otros fármacos, en cambio, son selectivos en sus efectos, debido a motivos que se desconocen en gran parte, interfiriendo con la percepción de dolor o con la estimulación del sistema nervioso simpático, por ejemplo. Algunos fármacos desorganizan la actividad del SNC, ocasionando percepciones deformadas o alucinaciones, algunos fármacos crean adicción.

Estimulantes
Los estimulantes aumentan el metabolismo de las células del SNC e incrementan su excitabilidad. Algunos estimulantes afectan a todo el SNC, mientras que otros ejercen su principal efecto en puntos determinados del cerebro, otros actúan directamente sobre el SARA o la corteza, otros excitan al sistema nervioso simpático a través de la influencia que ejercen sobre el hipotálamo. Unos pocos estimulantes reajustan a los termostatos que regulan el nivel de estimulación del SNS, posiblemente en el hipotálamo o el SARA. El cuerpo se adapta a estos últimos fármacos, de modo que su supresión ocasiona un nivel de actividad del SNC más bajo que el normal.
Una apetencia o una adicción a estos fármacos se origina debido a que el SNC no es capaz de funcionar normalmente sin ellos.

Cafeína
Constituye un ejemplo de estimulante cortical que causa una adicción leve y que esta presente en el café, té, cacao y otras bebidas. El efecto que causa sobre el que la toma depende de la tolerancia que pueda o no tener con respecto a dicha sustancia. La tolerancia aumenta con el uso habitual. Las pequeñas dosis de cafeína aumentan el rendimiento en tareas psicomotoras tales como el escribir a máquina. Sin embargo, las dosis que exceden de los niveles individuales de tolerancia pueden ocasionar indigestión, nerviosismo e insomnio.

Nicotina
No es la única droga existente en el tabaco y no se conoce aun la acción de todas las sustancias que se ingieren al fumar. El hecho de fumar tabaco actúa como un estimulante selectivo, que conduce a una actividad aumentada por parte del SNC. Da lugar a un aumento en la frecuencia cardiaca, a vasoconstricción periférica, a liberación de glucosa a partir del hígado y de los músculos, etc. La extensión y la intensidad de estos efectos dependen de la tolerancia que el individuo haya desarrollado mediante el habito de fumar y de la cantidad que inhale ya que la inhalación de las sustancias químicas existentes en el humo del tabaco alcancen el torrente sanguíneo a través de los pulmones. Aparte de sustancias químicas tales como nicotina y piridina, que ocasionan los efectos antes citados, el humo de tabaco contiene carcinógenos: agentes como alquitranes, que irritan a los tejidos y predisponen por tanto a los mismos al cáncer.
   
Bencedrina
Es un nombre comercial y un término corriente para designar a la anfetamina, una clase de droga que mimetiza algunos de los efectos de estimulación del SNC, como lo es la vasoconstricción periférica. Por este motivo fue incluida en inhaladores nasales como descongestionante; reduce el tamaño de la mucosa al contraer sus vasos sanguíneos, aumentando así la amplitud de los conductos nasales, haciendo que se respire mejor, cuando están obstruidos por un resfriado. Es asimismo un estimulante cerebral que contrarresta las sensaciones de torpor y fatiga y puede ocasionar sensación de euforia cuando se administra a grandes dosis.
Ha sido ampliamente utilizado por el personal militar, por conductores de camiones que tienen que viajar de noche y por estudiantes que tienen que trasnochar para preparar exámenes, pero sus efectos colaterales tóxicos han dado lugar a sordera y alteraciones nerviosas y su uso se ha restringido. Es utilizada como un medio auxiliar para disminuir de peso debido a que aumenta el metabolismo y disminuye el apetito. Como estimulante la anfetamina y sus derivados pueden utilizarse para combatir depresiones psicógenas o bien el bajo nivel metabólico causado por la insuficiencia tiroidea.

Fármacos depresores
Los fármacos que deprimen la actividad del SNC actúan de diversos modos. Los sedantes y los hipnóticos producen una disminución general de la actividad nerviosa y sueño, respectivamente.
Los anestésicos generales tales como el éter, alcanzan al de cerebro directamente a través del torrente sanguíneo cuando son inhalados. El coma resultante deja al individuo insensible al dolor, de modo que pueda ser operado. Los anestésicos locales actúan tan solo en su lugar de aplicación, a fin de realizar operaciones locales. Los fármacos analgésicos alivian dolores más generalizados, sin causar inconsciencia. Los analgésicos comprenden desde la aspirina hasta los derivados del opio, tales como la heroína y la morfina e incluyen todo fármaco depresor de actividad del sistema nervioso que alivie el dolor sin causar inconsciencia, muchos de estos fármacos ocasionan adicción.
La ingestión de la suficiente cantidad de cualquier fármaco depresor desorganiza la coordinación y el pensamiento abstracto debido a que los fármacos depresores afectan habitualmente en primer lugar a los centros cerebrales más elevados.

Alcohol etílico
El alcohol etílico esta contenido en la cerveza, el vino, licores, etc. Es producido por lo efectos de organismo vivos (levadura) en los azucares contenidos en la uva o en granos (fermentación).
El alcohol etílico es un deprimente del SNC, medido en proofs o en porcentaje, cuyos efectos dependen de la cuantía ingerida, el volumen corporal y de la velocidad de eliminación mediante el ejercicio. No causa adicción a no ser que se consuma con regularidad durante periodos prolongados, pero los alcohólicos dependen psicológicamente de sus efectos. Los efectos de la adicción alcohólica pueden tener algo en común con los de la morfina, ya que ambos aumentan la THP en el cerebro. El alcoholismo también da lugar a privación del sueño REM.




Opio
Es un extracto de adormidera, de deriva de la heroína y tiene como ingrediente activo a la morfina. La acción de la droga es narcótica, ya se fume como opio o sea inyectada como heroína o morfina. Con el uso diario se produce adicción en el término de tres semanas, secundariamente al desarrollo de una tolerancia aumentada a la droga. Su uso como analgésico es por tanto limitado. Los síntomas de supresión son graves para el adicto, incluyendo vómitos, bostezos incesantes, sudoración y en ocasiones colapso y muerte. 

Cocaína
La cocaína es un alcaloide que se obtiene de la planta de coca. Es un estimulador del sistema nervioso y supresor del hambre, era usado en medicina como anestésico, incluso en niños, específicamente en cirugías de ojos y nariz pero actualmente está prohibido. A nivel del sistema nervioso central, actúa específicamente como un inhibidor de la recaptación de serotonina-norepinefrina-dopamina, aumentando el efecto de estos neurotransmisores, causando diferentes acciones a nivel sistémico. En la mayoría de los países la cocaína es una popular droga recreacional prohibida.
Los efectos de la cocaína dependen de la mezcla, del modo de tomarla y de la respuesta del usuario a la droga. En general, podemos distinguir entre efectos inmediatos y a largo plazo:
Efectos inmediatos de la cocaína:
o    Pupilas dilatadas, escozor en la nariz, garganta seca: dificultad para comer y mucha sed, pérdida de apetito y de sueño. Sensación de euforia, autoconfianza, energía, pues suprime la sensación de cansancio para luego derrumbarse al pasar los efectos. Locuacidad, hablar sin ton ni son. Nervios en tensión, ganas de moverse. Pérdida de dominio propio. Se salta a discutir y pelearse al menor motivo. Ansiedad. Una sola vez basta para tener fuerte deseo de volver a drogarse y repetir los recuerdos de euforia.
Efectos secundarios de la cocaína:
o    efectos físicos: son muy abundantes y variados; problemas de corazón y respiratorios; en el intestino, musculares, y nerviosos; trastornos sexuales, pérdida de olfato, etc.
o    efectos psíquicos: depresión, insomnio, desmotivación, irritabilidad, ansiedad, pánico, comportamiento repetitivo, vívidas alucinaciones, paranoia, psicosis, cambios de personalidad.
o    efectos sociales: la cocaína produce disgustos familiares, inestabilidad laboral, pérdida de capacidades profesionales, actos delictivos, propagación de la droga, aislamiento en grupos de drogadicción. Peleas callejeras, accidentes de tráfico, robos; muchos robos pues es droga cara.



Alucinógenos o psicotonógenasEstas drogas deforman la percepción y causan alucinaciones. Las dosis excesivas de diversos fármacos (bromuros, cocaína, etc.) pueden causar este efecto. Los alucinógenos, más importantes, sin embargo, causan alucinaciones a cualquier dosificación efectiva y sin designados como psicotomiméticos o psicotonígenos, debido a que imitan el efecto de las psicosis en cuanto a producir alucinaciones. También se les designa como psicodélicos (o reveladores de la psique). La marihuana, el LSD-25 (dietilamida del ácido lisérgico ) y la mescalina (peyotl) son ejemplos de dichas drogas. El peyotl ha sido utilizado en ciertas ceremonias religiosas de los indios americanos.

LSDEs una droga sintética que causa efecto a dosis mínimas. Produce extrañas percepciones, alucinaciones y un estado que con frecuencia se asemeja a la esquizofrenia catatónica, una psicosis. Por este motivo se ha utilizado experimentalmente para estudiar las alteraciones psicóticas. Existen datos acerca de que ciertas formas de LSD pueden causar lesiones cerebrales.
Sus efectos parecen depender de la personalidad del que la consume; hay informes acerca de individuos que se han convertido en psicóticos tras tomar LSD, sin recuperarse después. Existen también efectos de informes acerca de efectos retardados, en los que los síntomas recidivaron al cabo de semanas o meses.